¡Nueva receta con boniato! Ese tubérculo de temporada que tanto me gusta…¡y sé que a vosotros también!.
La verdad es que me ha costado decidirme para escoger que receta os compartiría, pero como los días aún son un poco calurosos me he decantado por una deliciosa ensalada otoñal que a mi me encanta preparar. El boniato y el brócoli cocidos le aportan un toque templado y así evitamos que sea una preparación demasiado fría. ¡Es perfecta para esta época!
Para esta ensalada queremos que el boniato esté tierno pero con un ligero toque crujiente y por eso lo prepararemos al horno. Además, para darle un toque especiado y más sabroso le añadiremos comino, tomillo, pimienta negra y pimentón.
En realidad podéis usar las especies que vosotros prefiráis, pero esta combinación que os propongo es mi favorita.
Por otro lado prepararemos el brócoli y podemos hacerlo de 2 maneras: hervirlo en agua con sal durante 4 minutos, para que quede cocido al dente y mantenga todos sus nutrientes, o al horno con aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal. El sabor de las dos preparaciones es bastante distinto, así que escoger aquella que más os guste.
Además, a la ensalada también le añadiremos unas hojas de rúcula (que se podrían mezclar con hojas de espinacas o canónigos), tomates secos, alcaparras y piñones. Una combinación con distintos contrastes de sabores que queda riquísima.
Y para acabar de completar esta rica ensalada os propongo esta fácil y rápida salsa de tahin y limón.
Por si algun@ de vosotr@s aún no lo conocéis, el tahin es la pasta que se obtiene después de triturar las semillas de sésamo. La podéis preparar vosotros en casa o la podéis comprar en cualquier herbolario o supermercado ecológico.
Muchas veces me preguntáis ¿es mejor comprar el tahin blanco o el tostado? Pues bien, es verdad que con el calor del tostado se pueden perder algunos nutrietes, pero también hay que tener en cuenta que la mayoría de tahin blancos se preparan a partir de las semillas descascarilladas y, por tanto, si les quitan la cascara tampoco contendrán tantos minerales ya que estos se encuentran mayoritariamente en la cáscara. Por tanto, como se trata de un producto que usamos de vez en cuando, yo os diría que escojáis aquel que más os guste (y si os gusta más el blanco, podéis intentar buscar alguno que lleve las semillas sin descascarillar).
Yo suelo alternar bastante, ya que, por ejemplo, para preparar hummus me gusta más usar el blanco, pero para preparar otras recetas, como esta salsa de tahin y limón, me gusta más el tostado.
El sésamo es una semilla oleaginosa rica en grasas poliinsaturadas (omega 6), lecitina y minerales como el calcio, zinc, potasio, fósforo, hierro y manganeso. Además, tiene un porcentaje elevado en proteínas y es especialmente rico en triptófano, aminoácido precursor de la serotonina.
Además del tahin, la salsa también contiene zumo de limón, que nos aportará un toque ácido, y pasta de umeboshi, que nos dará un punto salado. Un mix súper rico ¡ya veréis!
Si lo preferís, otra salsa que también le queda muy bien es la vinagreta de albahaca.
«Most smiles are started by another smile»
Ingredientes (para 2 personas)
300g de boniato
1 brócoli pequeño
6 tomates secos
aceite de oliva virgen extra
alcaparras
2-3 puñados de rúcula
piñones
comino en polvo
pimienta negra
tomillo
pimentón dulce
Para la salsa de tahin y limón
1 c.s colmada de tahin (yo he usado tostado)
el zumo de 1/2 limón
1/2 c.p de pasta de umeboshi (o 1/2 c.p. de sal en su defecto)
2 c.s de aceite de oliva virgen extra
2 c.s de agua mineral
Elaboración
- Colocar los tomates secos en un bol y cubrirlos mitad con agua y mitad con aceite de oliva virgen extra. Dejar hidratar mínimo 1 hora.
- Precalentar el horno a 190ºC
- Pelar y cortar el boniato a cuartos (o si es un boniato pequeño, cortarlo a medias lunas) y colocarlo en un bol grande.
- En un bol más pequeño, mezclar unos 30-35 ml de aceite de oliva virgen extra con 1/2 c.p. de comino en polvo, 1/2 c.p. de tomillo, 1/4 c.p. de pimentón y una pizca de pimienta negra. Verter por encima del boniato y mezclar para que quede bien impregnado.
- Forrar una bandeja con papel de horno y colocar el boniato bien esparcido. Introducirla en el horno y cocinar el boniato unos 15-20 minutos.
- Lavar y cortar el brócoli a flores pequeñas. Para cocinarlo tenéis 2 opciones: hervirlo en agua con sal durante 4 minutos (para que quede cocido al dente) o aprovechar que estamos usando el horno para asarlo unos 10-15 minutos con aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal.
- Para montar la ensalada: añadir un fondo de rúcula en cada plato y repartir el boniato asado y el brócoli. Agregar los tomates hidratados cortados a tiras, alcaparras al gusto y unos piñones.
- Para preparar la salsa, mezclar el tahin, la pasta de umeboshi (o sal en su defecto) y el zumo de limón en un bol pequeño con la ayuda de una cuchara. Cuando esté bien mezclado, agregar el aceite de oliva virgen extra y, luego, el agua. Mezclar bien para formar una salsa homogénea.
- Servir la ensalada con salsa al gusto.
¡Espero que os guste!
Si queréis más recetas con boniato recordar que tenéis esta súper receta de pastel de boniato y verduras.
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