Con este calor ¿a quién no le apetece comer cositas refrescantes? A mi me encantan las ensaladas y ¡más en verano! Un plato muy versátil, lleno de colores y que nos aporta una gran cantidad de vitaminas y minerales.
Desde mi punto de vista, creo que las hortalizas deberían ser el principal grupo de alimentos en nuestra alimentación diaria (según el CAE, hortalizas incluye también las verduras, como un grupo dentro de estas), ya que son alimentos que nos aportan muchísimos beneficios. Numerosas evidencias científicas señalan que un mayor consumo de frutas y hortalizas ayuda a reducir el riesgo de diversas enfermedades.
Así que si podéis incluir hortalizas en todas vuestras comidas, ¡genial!
Si ahora os digo «pensar en una ensalada», seguramente os imaginareis un plato con lechuga, tomate, zanahoria, aceitunas… Esta sería la típica ensalada, pero también podemos hacer otro tipo de ensaladas a partir de verduras crudas. ¿Habéis probado alguna vez los espaguetis de calabacín? Un plato fácil, fresco y buenísimo, ¿verdad? Yo quería compartir hoy con vosotros una receta un poco variante de estos espaguetis que a mi me encanta.
¿Cuáles son los beneficios de consumir hortalizas (incluye verduras) crudas? Son una gran fuente de vitaminas, minerales y oligoelementos, así como también de fibra, enzimas, antioxidantes y sustancias fitoquímicas. Por tanto, es bueno añadir hortalizas crudas a nuestra alimentación diaria, ya que, además, aumentar el consumo de estas está relacionado con la prevención de diferentes enfermedades.
Aún así me gustaría aclarar una cosa. Actualmente, con las redes sociales e Internet, tenemos tanta información que a veces esto es consecuencia de nuestra desinformación. Ahora nos dicen que es bueno la macrobiótica, luego el crudiveganismo… y hay tanta variedad de opiniones que, si uno no tiene un criterio fundamentado propio, acaban causando una confusión enorme. Muchas veces veo gente que acaba siguiendo un tipo de alimentación concreta sin ni siquiera estar seguro de porque o de si realmente esto le va a ir bien. Cada uno es un mundo y lo que le va bien y le funciona al de al lado, a lo mejor a mi no.
Como os expliqué en mi presentación, yo no soy nada partidaria de las etiquetas, y no creo que una persona deba comer todo crudo o todo cocinado. Hay que tener en cuenta que hay hortalizas que es mejor comer crudas, pero hay otras que cocidas y con un poco de aceite de oliva virgen hacen que nuestro cuerpo se beneficie más fácilmente de sus antioxidantes protectores (por ejemplo los betacarotenos: la zanahoria, la calabaza…). Por tanto, creo que lo optimo seria ir variando y adaptándonos a cada situación.
Ingredientes (para 2 pers.)
1 calabacín mediano
1 manzana
opcional: 1 puñado de rúcula
Para el pesto:
2 tazas de albahaca
1/2 taza de aceite de oliva virgen
2 puñados de nueces
1/2 aguacate
2 c.s de levadura nutricional*
1 pizca de sal
*La levadura nutricional NO es lo mismo que la levadura de cerveza. La primera es un tipo de levadura cultivada directamente para nuestro consumo, en cambio la segunda es el subproducto residual de la industria cervecera.
Elaboración
1. Para la salsa pesto, colocar todos los ingredientes en un procesador de alimentos y triturar. Añadir unas gotitas de limón para evitar que el aguacate se oxide y reservrar en la nevera.
2. Con la ayuda de un espiralizador de verduras, hacer espaguetis con el calabacín y la manzana (sacarle primero el corazón y partirla en dos horizontalmente para que sea más fácil). Si no dispones de un espiralizador también puedes usar un pelador de patatas y hacer tiras, de modo que quedaran más tipo tallarines.
3. Colocar los espaguetis en un bol junto con la rúcula (opcional) y mezclar con la salsa pesto. Puedes añadir algunas nueces troceadas para que haya más textura.
*En invierno, puedes saltear los espaguetis durante 1-2 minutos para romper el frío.
¡Espero que os guste!
Me parecen recetas muy buenas