Los azúcares son unas de las sustancias con las que más cuidado hay que tener a la hora de escoger un producto cuando hacemos la compra ¿porqué? Pues porque están en todas partes. Productos dulces, salados (sí, salados también), bebidas… El problema es que cuando preguntas a la gente si consume mucho azúcar la respuesta es ‘no’ porque la mayoría sólo piensa en el azúcar que se añade al café, al yogur… pero no en el resto de productos envasados que haya podido comer durante el día.
Hay que tener en cuenta que, en general, el mayor % de azúcar que se ingiere a lo largo del día proviene de los productos procesados.
Os dejo una imagen de un trabajo que realizamos en clase, dónde analizamos la cantidad de azúcar que llevan diferentes productos salados y que aparentemente no pensamos que contengan; así como también el trabajo que realizaron otros alumnos con productos dulces (mayoritariamente) y bebidas.
En la publicidad emitida a través de los medios de comunicación, siempre aparecen el desayuno y la merienda como una comida ‘dulce’ con productos como: bollería, galletas, chocolates, cereales de desayuno, cremas de chocolate para untar, zumos… Pero ¿es lo más saludable? Os propongo que le hechéis un vistazo a las cantidades de azúcares que llevan estos productos, si no lo habéis hecho ya. A mi de verdad que me asombra como estos productos, que la mayoría de veces van destinados a niños, puedan llevar tales cantidades de azúcares. Más cuando la OMS recomienda reducir el consumo de azúcares libres a menos del 5% de la ingesta calórica total, que equivale a unos 25 gramos de azúcar al día para un adulto con un índice de masa corporal normal (y yo para niños apostaría porque sea inferior).
Vamos, que si sumas las galletas con el chocolate en polvo para la leche y un zumito de brick ya te pasas de largo…y esto sólo con el desayuno..
¿Que podemos hacer para evitarlo? Pues, como siempre, comer alimentos reales: hortalizas, frutas, cereales integrales, frutos secos y semillas, legumbres, algas, carne, pescado, huevo.
Dentro de los alimentos reales, hay aquellos que también nos aportan azúcares (hidratos de carbono) como la fruta, los tubérculos, los cereales integrales… pero con la gran diferencia que estos no son azúcares añadidos, sino que forman parte del propio alimento. Y ¿porqué es diferente este azúcar? porque al formar parte del propio alimento y estar junto a otros nutrientes se metaboliza diferente, y mejor.
Como os habréis fijado, todo el rato hablo de azúcares y no azúcar en singular, porque hay otros tipos de azúcares aparte del blanco refinado que tampoco son opciones saludables. Aquí también hay que tener ojo, ya que a menudo en muchos productos envasados no aparece el nombre ‘azúcar’ como ingrediente, pero aparecen otros como: fructosa, maltosa, dextrosa, maltodextrina, jarabe de maíz… y estos también producen un efecto dañino en la salud.
Actualmente, el consumo elevado de azúcares refinados es uno de los factores más relacionados con la actual epidemia de obesidad (mucho más que las grasas). Además de estar asociado a aumentar el riesgo cardiovascular, aumentar el riesgo de osteoporosis, alterar el sistema inmunitario y alterar el sistema nervioso, entre otros.
Y luego, pues bueno, hay los edulcorantes artificiales de los cuales yo no soy nada partidaria. Es verdad que no aportan kcal, pero no creo que eso deba ser lo más importante a tener en cuenta, sino el efecto que estos productos químicos producen en nuestro cuerpo (por ejemplo en nuestra microbiota, que con recientes estudios se ha visto el gran papel que juega en nuestra salud).
Entonces, si en alguna ocasión queremos endulzar una receta ¿cuáles son los mejores endulzantes? Aquellos que no sólo están compuestos de azúcar, sino que van acompañados de otros elementos: antioxidantes, vitaminas, minerales.. porque estos nutrientes de alrededor harán que el efecto en nuestro metabolismo sea diferente.
Los mejores: la fruta desecada (dátiles, pasas, orejones, ciruelas) o fruta fresca como el plátano maduro. Luego, también hay otras opciones que podemos contemplar como: la miel cruda, azúcar de panela o rapadura, azúcar de coco, agave crudo (el que tiene color oscuro, ya que el clarito también está refinado, es únicamente fructosa y tampoco es una buena opción), sirope de arce, amasake… Aún así estos no dejan de ser diferentes formas de azúcar y tampoco debemos abusar, su consumo debe ser esporádico.
Os dejo un artículo de un blog, que a mi me gusta muchísimo, que habla sobre ‘Los endulzantes naturales y artificiales: los mejores y los peores’.
Tengo que reconocer que yo a veces también tengo algún antojo que otro y me apetecen desayunos más dulces. Un día pensaba en una crema de avellanas y cacao para untar y me dije «tengo que saber hacerla» y entre algunas recetas que encontré y diversas pruebas que hice…¡encontré mi mezcla ideal! y para un caprichito de vez en cuando.. ¡pues está de muerte!

Pan de trigo sarraceno con crema de avellanas y cacao
«Laughter is the universal medicine»
Ingredientes
- 160g de avellanas tostadas
- 120ml de bebida de avellanas sin azúcares añadidos (o casera*)
- 2 cucharadas de cacao crudo en polvo
- 4 dátiles Medjool
- 1 cucharadita de vainilla en polvo
- 1 pizca de sal
Elaboración
- Introducir las avellanas en el vaso de una trituradora y moler hasta que se hagan una crema (podéis triturar más o menos en función de si queréis que os queden trocitos de avellanas o una crema más fina).
- Añadir el resto de ingredientes y triturar para que se incorporen de manera homogénea.
- Si veis que os queda muy espeso podéis agregar más bebida de avellanas hasta conseguir la textura deseada.
¡Importante!: guardar en la nevera ya que con el calor que esta haciendo las cosas se ponen malas mucho más rápido (sobretodo si usáis bebida de avellanas casera).
*¿Sabéis como hacer vuestra propia bebida de avellanas en casa? Os lo explico paso a paso:
Para 1L (aprox) de bebida de avellanas:
1. La noche anterior colocar una taza y media de avellanas crudas en remojo con agua.
2. Al día siguiente, colar las avellanas y limpiarlas un poco con agua.
3. Colocar las avellanas en el vaso de una batidora con 2 tazas de agua mineral (si se quiere endulzar un poco se pueden añadir 1 o 2 dátiles) y triturar hasta conseguir una pasta homogénea. 4. Añadir 2 tazas más de agua mineral y triturar durante 1 minuto más.
5. Con la ayuda de una bolsa de filtrar* colar la bebida para separar el líquido de la pulpa. Asegurate de exprimir al máximo.
6. Coloca la bebida en un frasco de cristal y guardala en la nevera. ¡Listo!
¡No tires la pulpa! puedes secarla un poco y aprovecharla como harina para hacer alguna otra receta.
*Las bolsas de filtrar puedes fabricártelas tu mismo en casa o puedes comprarla en distintas páginas webs. Yo la mía se la compré a mi querida Lala Kitchen (aquí) ya que son bolsas 100% artesanales y hechas en Barcelona.
¡Espero que os guste!
Gracias. Sabes cuanto tiempo aguanta esta crema de cacao si la guardo en la nevera?
Aguanta 1 semana aprox :)!